El origen del costillar dorado arequipeño se remonta a la época colonial cuando los españoles introdujeron el cordero en el Perú. Los primeros platos de costillar dorado se preparaban con cordero de granja, que era abundante en la región. Con el tiempo, el plato se fue adaptando a los ingredientes locales y se convirtió en un plato reconocido en la región Arequipa.
El costillar dorado arequipeño es un plato que se suele preparar en ocasiones especiales, como fiestas patronales o celebraciones familiares. Es un plato que representa la identidad cultural de la región Arequipa, el cual es apreciado por su sabor y exquisita sazón.